20 reflexiones sobre el terrorismo

 

 

Javier Albert Gutiérrez. 28 de septiembre de 2001

 

Terrorismo es el asesinato indiscriminado y destrucción de bienes de población civil, llevado a cabo por organizaciones ilegales, para someter mediante el miedo a una sociedad democrática, e imponerse a ella como poder autoritario y excluyente.

 

  1. La causa del terrorismo está en sí mismo, en monopolizar el poder, la motivación política que se atribuyen sólo es coartada.

 

  1. Las coartadas básicas son las ideologías redentoristas, como el comunismo, el nacionalismo y el islamismo.

 

  1. El terrorismo, los antisistema, las mafias y el narcotráfico están conectados de una u otra forma entre sí y cada vez es más difícil detectarlos porque utilizan Internet y la organización en Red para informarse, abastecerse, comunicarse y entrar en acción.

 

  1. Tanto la causa de la miseria como de la riqueza de las naciones está en ellas mismas, y son las élites de los países pobres las que engañan a sus pueblos culpabilizando a otros Estados de sus desgracias.

 

  1. El terrorismo es un fenómeno que nace en el seno frustrado de la burguesía de países o regiones ricas, como en Alemania, Italia, Irlanda, Vascongadas y en los estamentos privilegiados de países pobres o de árabes enriquecidos con petrodólares.

 

  1. La pobreza y la miseria no generan terrorismo, sino mayor conformismo en el sometimiento, porque su prioridad es la supervivencia. La crueldad del terrorista es consecuencia de su mentalidad tribal, ya sea tradicional o adquirida. El perfil psicológico de los activistas es el de burgueses con un complejo de Edipo mal resuelto; su motivación el odio. Los que asesinan por la patria, la religión o un sistema económico no son patriotas, ni religiosos, ni idealistas, sino criminales.

 

  1. La caridad y las ayudas sólo contribuyen a perpetuar las situaciones de injusticia, porque se las queda la oligarquía corrupta dirigente de los países subdesarrollados. Arabia Saudita invirtió 70.000 millones de dólares entre 1975 y 2001 (más que la URSS durante la Guerra Fría) en “ayuda exterior” que, a través de distintas organizaciones, árabes pacíficos aparentemente integrados y ONGs musulmanas, financian al terrorismo de  Al Qaeda y la Yihad.

 

  1. Sólo se puede desarrollar un país económicamente bajo el sistema político democrático, y dicho sistema no puede imponerse por la fuerza desde fuera, lo tiene que establecer el mismo pueblo que sufre la tiranía.

 

  1. El terrorismo se ha convertido en una táctica de guerra (Guerra de IV Generación) y su fin geoestratégico es mundial, por lo tanto debe combatirse con la represión de las Fuerzas Armadas asistidas por los Servicios de Inteligencia. Pero al ser reticulares y no territoriales, de nada sirve defenderse con estrategias clásicas basadas en la contrainsurgencia. El terrorismo de Al Qaeda tiene una motivación internacional ilimitada, como el comunismo, que es la conquista de Occidente para el Islam.

 

  1. Para acabar con el terrorismo es necesario cortarles las fuentes de financiación, mediante el control del petróleo por organismos democráticos internacionales, el control de los bancos árabes y la supresión de los paraísos fiscales, que es uno de los sitios donde esconden su dinero, y desde donde reparten, pagan y sobornan.

 

  1. Arafat y Palestina podrían ser el padrastro y la madrastra del terrorismo global, pero la situación palestina no tiene nada que ver con el atentado del 11-S, puesto que también hubo atentados contra las embajadas de EEUU en Yemen y Somalia en 1992/93 cuando las negociaciones de paz iban viento en popa en Madrid y Oslo. La paz no es el fin del terrorismo islámico, sino el enemigo, como también lo es la libertad.

 

  1. EE UU no es el problema sino la víctima y la solución, porque ya nos libró de Hitler y el fascismo, de Stalin y el comunismo y del imperialismo japonés, y ahora es el único país que tiene capacidad para librarnos del terrorismo. En todos estos casos los EE UU entraron en guerra previa provocación y para repeler ataques.

 

13.  El terrorismo musulmán sería impensable si no tuvieran el monopolio del petróleo, porque el Islam sólo tuvo fuerza cuando controló en la Edad Media la Ruta del Oro y de la Seda, y ahora, en la Edad Contemporánea, el petróleo. El terrorismo islámico no lucha por la libertad. Como ideología totalitaria, no solamente está en contra de la libertad individual y colectiva, sino que basa su fuerza en el uso del terror.

 

14.  El terrorismo necesita la financiación de súper-millonarios como Ben Laden o de poderosas organizaciones económicas y de Servicios de Inteligencia de países foráneos, y el cobijo y cobertura de Estados proscritos como (Iraq), Irán, Siria, (Afganistán), Libia y Sudán, que manipulen personas descontentas, resentidas y frustradas para convertirlas en carne de cañón y propagandistas.

 

  1. Cuando un tirano de un pueblo bárbaro y feudal dispone de dinero y armas poderosas se convierte en un peligro planetario. Ejemplo: Sadam Husein contaminó el cielo con el incendio de los pozos de petróleo de Kuwait, el océano con el vertido de millones de toneladas al mar y la humanidad con terroristas suicidas.

 

  1. Lo que no se puede negar de Mahoma es que creó un Estado en Arabia, conquistó un Imperio al frente de sus ejércitos, fundó una dinastía y basó su fuerza en la Yihad o Guerra Santa (Azora II). El Islamismo es sobre todo y más que una religión, una teoría política teocrática, totalitaria, patriarcal, esclavista, imperialista y colonialista. El Corán, que es un libro puntual escrito en un momento concreto de la Historia, nada tiene que ver con la Biblia, que son sesenta y seis libros escritos durante unos mil años. El islamismo es la versión árabe del nazismo.

 

  1. La época gloriosa de los Imperios musulmanes en España y la convivencia de las tres religiones es un mito creado por la historiografía romántica, liberal y marxista.  Sólo la ideologización e incultura hace posible que haya personas en España que ensalcen las cuatro invasiones musulmanas que sufrimos por parte de naciones de otros continentes, de aspecto, lengua y cultura totalmente distintas a la nuestra. Si finalmente logramos sacudirnos esos yugos, fue porque nuestra sociedad cristiana medieval era más culta, libre, progresista, adelantada y productiva. Para los integristas islámicos Al Ándalus[1] (España) es tierra de la Umma que debe reconquistarse[2], como Palestina.

 

  1. El Imperio islámico destruyó civilizaciones más cultas, como Bizancio, Grecia, Egipto, Persia, India y España, asimilando de ellas sólo aspectos superficiales. Cuando invadió el Mediterráneo cortó la comunicación entre Oriente y Occidente, originando una crisis medieval que duró ocho siglos. Desde entonces todas las fronteras del Islam están ensangrentadas.

 

  1. Las democracias occidentales deben ejercer un control riguroso de las fronteras y establecer cuotas de inmigración por naciones, favoreciendo a los países amigos afines culturalmente. El establecimiento de colonias bárbaras en las sociedades avanzadas reproduce su organización tribal y, por lo tanto, a la vez que se convierten en un semillero de terroristas y mafiosos, las desestabiliza. Al Qaeda considera el Islam como una nación, y las mezquitas como búnkeres militares en territorio enemigo.

 

  1. EE UU, a pesar suyo, no tiene más remedio que implicarse en la política internacional, puesto que los regímenes autoritarios asiáticos son una amenaza cierta y cada vez más poderosa para la libertad, la democracia y los derechos humanos, los valores fundamentales de la Civilización.

 

Javier Albert Gutiérrez

 

 



Hadiz de Jalid ben Said: “A unos hombres de mi comunidad que estarán en una isla llamada Al-Andalus. En ella el que esté con vida será un defensor y combatiente de la fe y el muerto será un mártir. A todos ellos los ha distinguido Alá en su libro: Serán fulminados lo que estén en los cielos y los que estén en la tierra, excepto aquellos que Alá quiera". Reproducido por judíos conversos al Islam del siglo IX en Al Ándalus, lo que le resta credibilidad.

 

[2] El Salafismo, corriente islamista nacida en Arabia Saudita, intenta a medio plazo reconquistar el Califato y todas las tierras que dominó mediante la violencia. A largo plazo someter el mundo a la voluntad de Ala. Dentro de esta corriente están los Taqfir, que son mujaidines que pueden llevar una vida ajena a los mandamientos del Islam (beber alcohol, comer cerdo, etc), para camuflarse mejor, pues su doctrina afirma que el fin justifica los medios.