Senderos de odio

 

                                       

                                        Javier Albert Gutiérrez, Alicante, 29/04/2006

 

Toda ideología nacionalista, como dijo ayer Felipe González, al “Loco de la Colina”, se basa en dos premisas:

 

  1. La creación de un mito
  2. La invención de un enemigo, cuando más cerca mejor

 

A esa pedagogía de la mentira y del odio han dedicado su autonomía en la Enseñanza, transferida inocentemente por el Estado, las Vascongadas y Cataluña.

 

Son errores políticos irreversibles y que el pueblo secuestrado por la violencia “nazionanista” y las oligarquías políticas paga muy caro. Han trazado una diagonal de noroeste a sureste que divide España en amos y siervos, en espartanos e ilotas, en atenienses y metecos (que no maketos), en metrópoli y colonias. Entramos en un proceso de feudalización que nos retrotrae a la Edad Media, a la época de los Emiratos de Taifas, al caciquismo decimonónico.

 

Mientras tanto, aquí, llevamos dos siglos discutiendo, como decía ayer Felipe González, lo que es España. El mismo dijo que el nacionalismo regional se curaría paseando a los “nazionanistas” por Hispanoamérica, donde hay cantidad de pueblos y ciudades fundadas por vascos al fiel servicio de la Corona Española.

 

Comparar Irlanda con el caso vasco “y vasca” es como comparar la velocidad con el tocino. El Ulster celta fue invadido militarmente por Inglaterra y colonizado a la fuerza por anglosajones de religión, cultura y etnia distinta. Allí se enfrentan ingleses protestantes ricos contra irlandeses católicos pobres. Unos son apoyados por el Reino Unido, otros por Irlanda del Norte. Aquí, en cambio, se enfrentan nazis euscaldunes ociosos contra vascos demócratas trabajadores. Aquí una minoría de vascos quieren imponer un régimen político totalitario con las armas a sus propios conciudadanos y campesinos desarmados.

 

Lo que dicen algunos de que las víctimas chantajeadas se inventan las cartas de extorsión está sacado del manual de propaganda de los nazis: culpabilizar a las víctimas. ¡Algo habrán hecho! Es como los que dicen que lo de Pearl Harbour lo organizó el FBI, lo de las Torres Gemelas los judíos o negar el Holocausto.

 

El Derecho de Autodeterminación lo ideó la ONU para descolonizar África y Asia en después del la II GM. Es inaplicable al resto del mundo, pues no llevaría a absurdos, como la guerra cantonal en España durante la I República. Si en España se aplicara, Álava, en libertad, seguro que se proclamaba Provincia Foral, o se unía a La Rioja. Y cantidad de comarcas, guiadas por líderes ambiciosos, se proclamarían independientes en toda Europa. ¡Sería un caos! Y los EE UU, China, Turquía, Irán y demás potencias frotándose las manos de tener Nanoestados donde mangonear a su antojo.

 

La manipulación que se hace de los indicadores económicos y las concesiones de licencias audiovisuales por las Autonomías gobernadas por el PP es muy burda. En vez de una información parece la copia de una circular del Partido. Publicística panfletaria. Todos las analistas económicos de las revistas especializadas hablan de que España va entrar en un ciclo de crisis porque su modelo de crecimiento está agotado.

 

Superamos a los países de nuestro entorno en varios puntos de inflación, lo que hace perder competitividad a nuestras empresas año tras año. La burbuja inmobiliaria está a punto de explotar: sufrimos un bum del ladrillo caracterizado por la corrupción de los ayuntamientos, las estafas, los desastres urbanísticos y el blanqueo de dinero por las mafias.

 

El déficit de nuestra Balanza Comercial está batiendo records históricos todos los trimestres, lo que nos conduce irremisiblemente al desastre.

 

No tenemos política energética, aunque somos el país que más dependencia tiene del petróleo y del gas, y no se plantea, si quiera a largo plazo, una plan para solucionar este sector tan esencial en la vida económica de un país. Máxime cuando el petróleo y el gas, con potencias como China, India, Pakistán, Indonesia y el Sureste asiático, que representan más de la mitad de la población total mundial, están incrementando su consumo en progresión geométrica.

 

Se ha cargado por intereses electoralistas el PHN, que lleva más de un siglo esbozado y nunca se ha cumplido. Un plan que todos los ingenieros independientes durante 100 años han visto como la única forma de paliar  la desigualdad pluviométrica de España. Si no fuese por planes hidrológicos como el que estaba planteado para España, el Oeste de EE UU e Israel, en vez de ser las primeras potencias agrícolas del mundo, serían inhabitables.

 

Por muchos medios que se concedan a gente del PP, el panorama periodístico español  está abrumadoramente dominado por las izquierdas. La información en España está monopolizada por Polanko, que no sólo controla medios privados, sino también los públicos. Los lectores y oyentes que tiene don Jesús del Gran Poder duplican a todos los de la oposición.

 

El lenguaje que se utiliza en los medios llamados de derechas es también de izquierdas:

 

En todo sitios se habla de “proceso de paz”, en vez de “Estado de Derecho”. A los deportistas que triunfan en el mundo nunca se les llama “españoles”, sino con su topónimo regional, mientras que con sus contrincantes se utiliza el patronímico de su país. A las víctimas del terrorismo se les llama “muertos” y a los terroristas abatidos “asesinatos”. A los terroristas iraquíes se les denomina “resistencia”. A  la Coalición Democrática” se le llama invasores o “Imperio”, a sus funcionarios, cónsules y pretores. Al Gobierno legal de Iraq, “colaboracionista”.

 

Se habla cínicamente de catalonofobia, cuando la fobia verdadera es a España, su bandera, su cultura y su Historia. Todos los españoles admiten la bandera del PNV y la catalana, en cambio, los “nazionanistas” y sus corifeos, no sólo no admiten la española, sino que vulneran el Estado de Derecho al no colocarla, como manda la ley, en los Ayuntamientos y espacios públicos junto a las regionales.

 

El nombre de España es tabú entre los periodistas, que lo sustituyen sistemáticamente por el de “Madrid” o “Estado”. Siempre hablan de catalanes y vascos, y cuando se refieren la resto del país dicen “ciudadanos”. ¡Venga ya, señores de PRISA! no nos cuenten ustedes milongas, que se les ve el plumero.