La organización territorial prerromana de la península Ibérica[1]

 

Autor: Javier Albert Gutiérrez. Profesor de Historia

La cultura de Los Millares

 Origen y localización

En el tercer milenio algunos poblados neolíticos descubren por si mismos la metalurgia del cobre, como, por ejemplo, los poblados  que se extienden desde Los Millares (Santa Fé de Mondujar, Almería) hasta Cabezo de Plomo (Mazarrón, Murcia), fechadas en el 2.300. Las huellas de estos primeros procesos, extremadamente rudimentarios, confirman su origen local, puesto que la presencia de colonos orientales habría implicado el uso de unas técnicas más complicadas.

Organización territorial

Ciudades amuralladas con casas de piedra de unas 4 Ha de perímetro, aunque también estaban habitadas extramuros.

Equipo material

Objetos metálicos de cobre: hachas planas, puñales triangulares, punzones y cinceles. Cerámica incisa figurativa.

Economía

Se basaba en la explotación de la tierra circundante, practicando una agricultura intensiva de regadío. Construían canales y embalses para regar los cultivos.  Como ayuda complementaria tenían ganadería y minería del cobre. Practicaban el comercio marítimo y a larga distancia puesto que se han encontrado objetos, como huevos de avestruz y marfil, procedentes de África.

La Cultura del Argar

Origen y localización

Se desarrolla entre los años 1.700-1.300 a.C., en la Edad del Bronce Antiguo y Medio. Toma su nombre del poblado epónimo de Almería. Se extendió por Murcia, Granada y Jaén. Surgió por evolución de la cultura de los Millares. Algunos poblados calcolíticos y neolíticos, como Almizaraque o Parazuelos.

Organización territorial

La mayoría de los poblados característicos son de nueva planta y eligieron lugares altos y estratégicos que dominan tanto las rutas de paso como las tierras fértiles circundantes. Estaban rodeados de murallas, las calles son estrechas y empedradas y las casas de planta rectangular. El poblado de Ifre, en Murcia, tenía murallas y viviendas de dos pisos.

Economía y sociedad

La base fundamental de la economía descansaba en la agricultura intensiva de regadío y ganadería dependiendo de las zonas. Construían canales y embalses para regar los cultivos. La minería fue adquiriendo importancia poco a poco.

La sociedad fue evolucionando hasta la aparición de una clase social dirigente. El  estudio de las tumbas ha permitido a Lull diferenciar hasta cuatro niveles sociales jerarquizados. Hacia el 1.400 entra en decadencia debido al empobrecimiento de las tierras cultivables y el agotamiento de los filones de cobre.

La civilización de Tartesos

Origen y localización

Los último hallazgos arqueológicos han situado la Tartesos de que hablan la Biblia, Estrabón, Heródoto y Éforo en lo que hoy es Huelva. Es una civilización que se desarrolla entre los siglos X y V a. C., que tenía leyes escritas y que hunde sus raíces en las culturas autóctonas anteriores.

Organización territorial, economía y sociedad

 

Tenían una gran capital situada bajo la actual Huelva que imperaba sobre núcleos urbanos más pequeños. La prosperidad de esta civilización está relacionada con el control de las vías de comunicación hacia las zonas mineras de Riotinto y Aznalcóllar y de los pasos de ganado  hacia Extremadura y la Meseta. De su desarrollo nos da una idea el hecho de que se han encontrado útiles de latón, aleación que no fue descubierta hasta la Edad Contemporánea. La variedad y riqueza de los ajuares documenta la existencia de una clase dominante consumidora de los productos de lujo adquiridos por intercambio comercial.

El nombre de los reyes que nos transmiten las fuentes clásicas son: Gerión, rey del ganado y dueño de un vasto imperio en el Guadalquivir; Norax; Gárgoris, que enseño a su pueblo el arte de la apicultura; su nieto, Habis, que unció los bueyes a un arado por primera vez y el histórico Argantonio, que estableció relaciones comerciales con la ciudad jonia de Focea. A partir del siglo V sus descendientes son conocidos como Turdetanos.

 

La organización territorial que encontraron los romanos cuando llegaron a la Península

 

La causa de que los romanos desembarcaran en Ampurias fue combatir al ejército púnico invasor, que había atacado Sagunto, ciudad aliada de Roma, y a los Iberos, nación vinculada culturalmente a los romanos. El destructivo Imperio de Cartago violó el Tratado del Ebro firmado por ambas potencias.

La civilización Celta

Origen y localización

Grupo de pueblos indoeuropeos establecidos en la Galia, en las islas Británicas, en el centro y norte de la Península Ibérica (hacia el 1.000 a.C.), en Europa central y en parte del Asia Menor. Las fuentes romanas llaman celtas a los pueblos no mediterráneos de la Península. La zona donde se hablaban lenguas célticas es:

Hispánico del noroeste (Profesor Tovar) en Galicia, Portugal hasta el Tajo, Asturias, la región leonesa y Santander.

Organización territorial, economía y sociedad

Conocían la metalurgia del hierro, hablan lenguas de tipo indoeuropeo, vivían en ciudades protegidas por una doble muralla que formaba dos recintos: el interior, donde estaban las casas, de planta circular u parees de piedra, y el exterior, donde encerraban el ganado. Su economía se basaba en la fundamentalmente en la ganadería bovina, ovina y de suidos completada con agricultura.

La civilización Celtíbera

Eran pueblos de etnia celta, pero que habían adoptado rasgos culturales de los Iberos, por lo tanto, coetáneos de celtas e iberos.

 

Se organizaban en ciudades Estado amuralladas. La que más renombre alcanzó fue Numancia, que derrotó a los romanos varias veces en una guerra que duró diez años. Acabó sucumbiendo ante lo más granado de las legiones romanas. De ahí viene la expresión de “resistencia numantina”.

 

Se hablaba Celtibérico en el valle medio del Ebro, las dos mesetas y buena parte de Aragón. Su economía se basaba en una agricultura extensiva de cereales complementada con una ganadería de ovicápridos y suidos.

La civilización de los Iberos

Origen y localización

Toda la costa mediterránea, desde el sureste de la actual Francia hasta Málaga. Los hallazgos arqueológicos como las fuentes clásicas dejan claro que era una misma nación, una misma raza con una misma lengua, una misma genos, la que habitaba toda la costa mediterránea. Así Herodoro de Heracea, que escribe en el siglo V a. C., califica a los tartesios y a los mastienos como phyla del genos ibérico. Cuando Tito Livio escribe sobre los iberos los llaman populus, que para los romanos significa nación.

 

Descendientes de la población autóctona de la costa mediterránea peninsular. Herederos de la cultura de los Millares y el Argar.  En el yacimiento de La Alcudia de Elche el egregio arqueólogo y antiguo alumno marista Rafael Ramos ha demostrado que hay una evolución continua desde el Neolítico, pasando por la Edad del Bronce, hasta los iberos.

Organización territorial

Estrabón en su Geografía (España y los españoles hace 2000 años. Antonio García y Bellido. Edit. Espasa-Calpe. Colección Austral) dice que eran similares a las polis griegas. Cada ciudad era un Estado independiente, y entre ellas las guerras eran continúas. En suma, pues, hemos de imaginar el mundo ibérico repartido entre ciudades grandes como Sagunto e Ilici, pueblos grandes como La Bastida de los Alcuses, y una infinidad de pequeñas poblaciones y caseríos, dependientes para la defensa de aquellos

 

Las necrópolis se situaban a un kilómetro de la ciudad. Aunque había fiestas comunes en que la paz era sagrada. En esos días acudían todas las ciudades en romería a los santuarios que se encontraban en lugares mágicos y hacían ofrendas colectivas e individuales a las diosas. Como por ejemplo, en el santuario de La Serreta de Alcoy, lugar de culto hasta el siglo V d. C., donde se han encontrado cientos de exvotos como los que hoy se siguen ofrendando a la Virgen y los santos en muchos pueblos..

Economía y sociedad

Basaban su economía en una agricultura de cereales, vid y olivo, con una ganadería complementaria.

 

Junto con el secano practicaban el regadío, donde el terreno era apropiado. Los aperos de labranza apenas han experimentado cambios hasta hoy: Rejas de arado, legones, azadas, azadones, hachas, tijeras de podar, y hoces de un yacimiento tan antiguo  como La Bastida de los Alcuses (Mogente, Valencia) apenas se distinguen de los utensilios que se han venido empleando desde entonces en el campo de la Comunidad Valenciana. Otro tanto podría decirse del carro como medio de transporte.

 

Empleaban la noria de cangilones, canales, embalses y demás inventos para la práctica del regadío, técnicas que los ignorantes atribuyen a los árabes, que, recordemos, eran pastores nómadas y no agricultores.

 

El lino lo cultivaban para la industria textil, en la que alcanzó renombre Saitabi (Játiva).

También explotaban el esparto para el desarrollo de la industria de la cordelería y el calzado.

 

La pesca fue una actividad importante. En los yacimientos aparecen arpones, anzuelos y redes. Conocían la industria de conserva de pescado y los salazones.

Las ciudades, aunque procuraban ser autosuficientes en los productos fundamentales, practicaban el comercio entre ellas y con los pueblos celtíberos del interior de la Península. A través del Mediterráneo con los pueblos de la ribera del mismo.

En la zona meridional era importante la minería y el comercio de metales. En  lo que hoy se llama Cartagena trabajaban 40.000 hombres.

 



[1] Los alumnos sólo podrán poner en el cuaderno un máximo de cinco líneas por cada civilización. En ellas deberá costar el origen, la cronología, la localización, organización territorial y economía.