El oro de Moscú

 

 

Javier Albert Gutiérrez. Alicante 20/08/06

 

 

Juan Negrín (PSOE) como Ministro de Hacienda, fue el responsable de la salida de los depósitos de oro y plata del Banco de España para su entrega a la URSS de Stalin. Francisco Largo Caballero (PSOE-ugt) también firmó órdenes de entrega. El 25 de octubre de 1936 abandonaban el puerto de Cartagena cuatro cargueros rusos: Kursk, Kim, Nevá y Volgoles con 2050 toneladas de oro, monedas, joyas y obras de arte. (“El País”, 8 de abril de 1996). Llevaban en sus bodegas las reservas de divisas del Banco de España que en ese momento eran las cuartas del mundo, tras EEUU, Francia y Gran Bretaña.

 

Esas reservas de oro robadas, conocidas después como el “Oro de Moscú”,  empobrecieron a España y nunca han sido devueltas por la URSS, sino que han tenido como destino la financiación del PCE y de partidos comunistas de todo el mundo.

 

Dichos envíos fueron siete mil ochocientas cajas de oro en barras o amonedado, que fue embarcado hasta Odessa (URSS) sin ningún tipo de garantía o recibos de entrega, por lo que, tras ser refundido en Moscú, empobreció España para el futuro, y supuso la obediencia ciega de Negrín, Jefe de Gobierno, a las instrucciones soviéticas.  Suponían además de un valor patrimonial incalculable, porque la colección de monedas abarcaba desde la época de los romanos hasta nuestros días..

 

Supuestamente la entrega fue en pago de la ayuda militar soviética, lo cual es contradictorio por el carácter gratuito de cualquier ayuda, y, además, al no haber justificante de la entrega, la URSS se convirtió en acreedora permanente y sin límite ya que no constaba el pago de ninguna aportación armamentística a España.  El oro valía miles de veces el importe de la ayuda rusa a la zona roja. Hoy día una tonelada de oro vale veinte millones de dólares, pero en aquella época el poder adquisitivo del oro era mucho mayor.

 

Hay que tener en cuenta que los republicanos al principio de la guerra ocupaban Madrid y La Mancha, Vascongadas, Asturias, Santander, Cataluña, Murcia y la región Valenciana. Es decir, casi toda España, excepto Canarias, Galicia, Navarra y Castilla. Ocupaban toda la zona industrial,  y quedó en sus manos toda la aviación, casi toda la Armada y la mayor parte del armamento del Ejército español.

 

El socialista Negrín, era un personaje sin escrúpulos. Destituyó al trotskista Andrés Nin, del POUM, como jefe del Consejo de Aragón, y fue, por tanto, responsable de su asesinato sin  juicio. También se le responsabiliza del asesinato del anarquista Buenaventura Durruti, de la FAI-CNT, y de la purga sangrienta de muchos más militantes anónimos anarquistas y trotskistas.

 

Negrín durante la guerra a menudo abandonaba España para ir a París y Londres para divertirse en cabarets de lujo y acudir a buenos restaurantes, lejos de su país (era conocido por cenar dos o tres veces por noche) y acostarse con mujeres de dos en dos (todo esto son informaciones que publicaron Abad Santillana, Indalecio Prieto y Giral)

 

Por lo tanto aquella pandilla de ignorantes y sinvergüenzas no perdieron la guerra por falta de material, sino por falta de valores morales, instrucción y luces. Se entretenían peleándose entre ellos mismos por el botín, en vez de luchar.

 

Desde el extranjero continuó presidiendo un supuesto Gobierno Republicano en el exilio, lo cual le permitía manejar los fondos públicos y privados que habían sacado de España durante la guerra civil.   Fue forzado a dimitir en 1945 en favor de Giral.

 

Los archivos Mitrojin

 

Vassili Nikitich Mitrojin, coronel del Comité de Seguridad del Estado, KGB, hoy ciudadano británico, nacido en Rusia central en 1922, desempeñó una larga carrera en los "órganos especiales" de la Unión Soviética, desde 1948 en el MGB, que en 1954 cambiaba su denominación por la de KGB hasta el fín de la URSS. Mitrojin, captado por los servicios de inteligencia británicos, abandonó Rusia en los primeros años 90 cuando el KGB soviético había sido sustituido por los nuevos órganos especiales ya rusos, el FSB interior y el SVR exterior.

 

La extensa documentación aportada por Mitrojin demuestra de forma fehaciente la existencia cierta, sin ningún matiz irónico, del "oro de Moscú". Destaca ya que desde 1936, producida la maniobra de unión entre las juventudes socialistas y comunistas bajo el mando de Santiago Carrillo, éste pasó a ser controlado no sólo por el aparato de la Internacional comunista, sino de los servicios de inteligencia soviéticos, en aquella época la NKVD. Concretamente bajo la supervisión de Iosif Grigulevitch, en nombre de código "Maks" y "Felipe", uno de los más importantes "ilegales" soviéticos, quien durante la guerra española participaría activamente en la purga de trotskistas en las Brigadas Internacionales, así como en acciones de sabotaje detrás de las líneas nacionales.

Grigulevitch se convertiría en ”padrino laico" de S. Carrillo. Carrillo demostraría su ortodoxia estaliniana denunciando a su propio padre, socialista, Wenceslao Carrillo.

 

Los fondos soviéticos para el PCE hasta marzo de 1976 eran dirigidos a través del Partido Comunista de Francia. Pero el 16 de marzo el "politburó" ordena al KGB ( orden n°. P-1/84) efectuar directamente los pagos a Ignacio Gallego. Parece ser que una parte de dichos fondos se destina a Gallego personalmente, y no al comité ejecutivo del PCE, para que pueda cultivar sus contactos. El 6 de diciembre de 1976 el "politburó" da su visto bueno (orden n° P 37 / 39-0P) al pago de 20.000 dólares a Gallego para la compra de un apartamento en Madrid.

 

Con el cambio de régimen en la URSS, hoy restituido su nombre histórico de Rusia, se puede indagar en algunos archivos de la KGB. Y sabemos muchas cosas, muchas, aunque no todas, porque todavía allí están las cosas duras de pelar con el Presidente Putin, antiguo coronel de la KGB.