LA INDEPENDENCIA DE KOSOVO: FRACASO DEL MULTICULTURALISMO

 

 

 

Javier Albert, 17/02/08. Publicado en el diario INFORMACIÓN de Alicante el 19/02/08

 

Hoy se proclama unilateralmente la independencia de un Estado inventado que nunca existió. El Kosovo musulmán nunca hubiera sido independiente sin la ayuda de Clinton, Blair, Solana y los bombarderos de la OTAN del general  estadounidense Clark. Y difícilmente puede ser viable un Estado con unos dos millones de habitantes y el 65% de paro sin la “ayuda” internacional, pese a la limpieza étnica de la población serbortodoxa durante la última guerra y la ocupación por la OTAN.

 

España no debería apoyar la independencia de Kosovo, porque va a ser la siguiente pieza de las grandes potencias y los oscuros poderes económicos mundiales, una España troceada convenientemente donde resulte más fácil manipular a los caciques regionales.

 

A las grandes potencias y poderes económicos ocultos les interesa trocear los Estados para hacerlos menos competitivos y más dependientes, y son los que están alimentando las revueltas nacionalistas y enfrentamientos étnicos, achuchando unas regiones contra otras. Es lo que le pasó a Yugoslavia, donde Alemania apoyó la separación de Eslovenia, el Vaticano y Alemania la de Croacia, y los turcos e islamistas la de Bosnia, aprovechándose de la debilidad de Rusia, que apoyaba a Yugoslavia.

 

Consecuentemente  el furor del multiculturalismo de la última década va cediendo ante los fracasos recientes que tocan a Europa. La guerra de los Balcanes y la desintegración de Yugoslavia es un ejemplo práctico de que la convivencia entre musulmanes y cristianos siempre ha sido más una utopía teórica que una realidad contrastada. Las intifadas de 2005 y 2007 en Francia ha hecho ver a los europeos el problema más cerca que nunca.

 

La población de Kosovo era en su origen de etnia serbortodoxa hasta la invasión por el Imperio Turco en 1455.  En 1913 el 60 % de la población de Kosovo era  todavía serbortodoxa. Con ocasión de la II GM, entre 1941/45, los albanokosovares musulmanes violentaron a más de 100.000 serbokosovares cristianortodoxos y mataron más de 10.000. Y los asesinatos y genocidios abren heridas que no sólo descalifican a un régimen para siempre, sino que no curan nunca.

 

En junio de 1999, la OTAN y otras tropas, organizadas en KFOR, entraron en la provincia después de la Guerra de Kosovo. Antes del traspaso del poder, aproximadamente 300.000 serbios y otros no albaneses huyeron de la provincia; la mayoría vive en campos de refugiados en la Serbia ocupada. El 17/03/2004 el malestar en Kosovo condujo a asesinatos y la destrucción de muchas iglesias ortodoxas y monasterios medievales de gran valor artístico.

 

Serbios y Kosovares han perdido parte de su patrimonio cultural, miles de familias han quedado destrozadas, pero se ha creado un país para explotar y han ganado las potencias mundiales.

 

En el peor de los casos, otro pequeño Estado puede caer en manos de la mafias, del terrorismo internacional y de la delincuencia organizada, si es que no lo está ya. A lo mejor hasta el primero y el segundo caso están relacionados. Hay países donde han salido a la luz algunas de estas relaciones.

 

Javier Albert Gutiérrez