Efecto caldera y olé, olé...olé |
Javier Albert Gutiérrez. Alicante,
27/05/06
La masiva llegada de subsaharianos a Canarias ha servido, una vez más, para demostrar cuan nefasta es la política de estos demagogos que han okupado el poder. Después de una regularización criticada por todos los gobiernos de Europa, tanto de derechas como de izquierdas, vemos que estamos en las mismas y con un millón de inmigrantes ilegales más, y siguen entrando. El “papeles para todos” de Zapatero es pan para hoy y hambre para mañana. ¿Pero quién le pedirá responsabilidades mañana? Este gobierno de okupas no garantiza la seguridad interior ni protege nuestras fronteras. ¿Qué legitimidad tiene un Gobierno que abdica de sus funciones? ¿Cómo los españoles han podido elegir a un Presidente que escaquea cuanto puede la palabra “España”? ¿Cómo hay gente que sigue votando a quien se considera sólo rojo y dice que su patria es la libertad, porque parece que se avergüenza de España? Da la impresión que Zapatero quiere desmembrar la nación lo más rápido posible y para llevar a cabo su propósito no ha dudado en beneficiar a los islamistas, ETA, los independentistas, las mafias excomunistas y las mafias de negreros. Él y su gobierno de izquierdistas masónidos sienten una alergia irracional, que no pueden disimular, hacia España, su bandera, su cultura y su Historia. Los militantes de ERC y Batasuna en la última encuesta al político que más valoran es a ZP. Seguramente si hiciéramos una encuesta a los bujarrones, las rabizas, los fumecas, los delincuentes y las mafias, también sacaría una buena nota. Esto es, por sí solo, muy indicativo. La forma de acabar con la inmigración ilegal, las mafias de negreros, los empresarios corruptos españoles y la trata de blancas es controlando la inmigración. Y se puede controlar ¡vaya que si se puede controlar! pero hay que querer. Si no que se lo cuenten a Marruecos, Argelia o cualquier país africano o asiático que ha solucionado problemas similares en una semana. A cada político le pondría de vecino a unos emigrantes. Así se acercarían un poco a la realidad del sufrido pueblo. El problema de la inmigración tiene su raíz en la transculturación llevada a cabo el Tercer Mundo. Se rompió el equilibrio que tenían los pueblos primitivos con su entorno. Las ONGs, desde que descubrieron lo lucrativo que era el negocio de la caridad, están agravando el problema. Lo que tendría que hacer la UE es mandar a expertos para que ayudaran a los gobiernos tercermundistas a controlar su natalidad desbocada. Si se controlara la emigración, no tendrían más remedio que luchar contra sus tiranos. Pero si somos permisivos con la ilegalidad, lo que verdaderamente estamos haciendo es alimentar y prolongar sus gobiernos corruptos. Lo que pasa es que estos políticos arribistas y electoraleros juegan con ventaja. Los efectos de su desastrosa política se verán dentro de diez o veinte años. Entonces, cuando estallen los conflictos étnicos, cuando se quiebre la Seguridad Social, cuando todos vivamos en la miseria importada por estos charlatanes de feria, ya será demasiado tarde.¿Dónde estarán ellos? ¿Dónde están los políticos que llevaron al desastre a Argentina, la URSS y sus países satélites de Europa? Mientras los politicastros se dedican a construirse sus feudos estatutarios, sus reinos de taifas, sus sinecuras caciquiles, los españoles de a pie viven acosados violentamente desde el interior y el exterior. Españoles y españolas saqueados, apaleados y aterrorizados por una invasión en toda regla que deja en hermanitas de la caridad a los bárbaros que invadieron el Imperio Romano. La oleada de asaltos a viviendas con sus moradores dentro ha disparado las alarmas. Seis de cada diez españoles temen sufrir un robo en su casa. Las comunidades más conflictivas son Andalucía (75.790 asaltos), Cataluña (68.407), Comunidad Valenciana (56.365), Comunidad de Madrid (51.668) y Castilla y León (31.786). Los más temidos por su fiereza y sus pocos escrúpulos proceden de los países satélites de la antigua Unión Soviética. No obstante, los colombianos no se quedan atrás en el ranking de peligrosidad. Maniatan, humillan, golpean hasta la extenuación e, incluso, secuestran a algún miembro de la familia y amenazan con matarle. El secuestro express es lo último importado de Suramérica. Esperan a la víctima en el garaje, le pegan una paliza para ablandarlo, le meten en el maletero de su propio coche, y lo llevan de cajero en cajero hasta que le dejan sin un duro. ¿A estos no los va a indemnizar ZP, como a sus amiguetes del FORUM? Pero claro el progre de turno dirá, “es que esos que asaltan son los ricos que se han estado beneficiando de una mano de obra emigrante”. Esta oleada de violencia es consecuencia del EFECTO BELLOCH, un ministro socialista que elaboró un código que castiga estos asaltos una pena de dos a cinco años de cárcel, pero que después, en la práctica, si no se tiene antecedentes penales, los infractores no pasan ni un día en ella. Los mafiosos vienen a España porque es el país desarrollado del mundo donde resulta más barato delinquir. Jorge A. Rodríguez en El
País publica que los guardias civiles se quedaron de piedra cuando escucharon
una cinta grabada durante una investigación a una banda de rumanos,
especializada en robos en chalés y empresas: "Hombre, vente para
España, que esto es el paraíso... Que sí, que aquí la policía ni te
toca". Los funcionarios relatan estas experiencias para explicar por qué España ejerce un singular atractivo para las mafias del Este, y también de otros países, y la razón por la que actúan con una violencia desconocida hasta hace poco por estos pagos. |