Clinton, las bombas y el escándalo

 

Javier Albert Gutiérrez. Diario INFORMACIÓN de Alicante, 27/12/1998

El tema de la erradicación forzada de armas químicas y biológicas de destrucción masiva de Iraq está siendo tratado por algunos periodistas de opinión y algunas tertulias radiofónicas con su frivolidad habitual. Utilizando una demagogia fácil son muchos los que arremeten contra Bill Clinton, mezclando sin ningún escrúpulo las churras con las merinas. Se le dice al pueblo lo que quiere oír, obviando la verdad intencionadamente. Se sacrifica el análisis serio por la frase emotiva, a sabiendas de que en vez de comentar con rigor se cotillea. Sin ningún tipo de reparo se trata de conseguir el efecto tómbola, porque han comprobado su eficacia a la hora de conseguir publicidad. En la mayoría de los análisis predomina el estomago sobre la inteligencia, y el sobre por encima del sueldo.

A cualquier persona medianamente formada le resultaría cómico admitir que toda la maquinaria política de los países más democráticos y cultos del mundo se pone en marcha porque el presidente de EE UU está comprometido por los lametones de una becaria tramposa. Ahora va a resultar que Tony Blair, Javier Solana, Gerhard Schröder, la OTAN democrática, la Alemania rojiverde y el Reino Unido laborista son cómplices de los juegos libidinosos e íntimos de su compinche Clinton. ¡Qué hipótesis más burda! Propia de comunistas resentidos y de opositores ansiosos.No me fío de lo que diga el conservador Chirac. La política exterior de Francia tiene en su haber un millón de tutsis masacrados. Ni me alineo con la Rusia de Yeltsin, donde las mafias imperan a su antojo. Ni con los déspotas que gobiernan China. Ni con los malabarismos diplomáticos del Vaticano.

En el golfo Pérsico se juegan los intereses de toda la humanidad. Sadam Husein invadió Kuwait porque no le hicieron caso cuando intentó que los países árabes subieran y utilizaran el precio del barril de petróleo como arma política contra el Occidente democrático y cristiano. Esta política de corte medieval no es nueva, la OPEP ya la puso en práctica en 1973. Las consecuencias: treinta y cinco millones de parados en Europa y Norteamérica, y el hambre, la enfermedad y la guerra para el Tercer mundo. Así es como piensa este tirano cruel salido de los cuentos de Las Mil y Una Noche.

Sadam no ha tenido empacho en utilizar armas químicas de destrucción masiva contra los kurdos y los iraníes, cuando su ambición malsana lo ha creído oportuno. Sadam Husein no ha tenido inconveniente en atentar contra el biosistema, incendiando los pozos de petróleo de Kuwait y contaminando el mar de nafta, cuando salió derrotado en la guerra del Golfo. Y tampoco tendría el más mínimo escrúpulo en volver a utilizar armas bacteriológicas, químicas y nucleares, si se le presentase la oportunidad. Los que pueden evitarlo han actuado con la responsabilidad que cabría esperar de ellos. Todos estos que hoy se benefician criticando las acciones preventivas de los líderes mundiales les importa un bledo el bienestar de la humanidad. Lo único que pretenden con su charlatanería es llenar sus bolsillos. Para vosotros el caviar y la fama y a cualquier precio. Para los que creen vuestra palabrería ¡qué sueñen felices con angelitos! Yo no pienso bailar al compás del escándalo que mueven al unísono los republicanos de EE UU y los musulmanes de Sadam Husein.