Arte
Paleolítico en la
Península Ibérica
Autor: Fco. Javier
Albert Gutiérrez, Historia de España.
Cronología:
Desde el 35.000 a.C. hasta el 10.000 a.C.
Sistematización
Se puede distinguir entre arte mueble:
manifestaciones plásticas sobre piezas de pequeño formato, fácilmente
transportables, como marfil, plaquetas de piedra, huesos planos, armas,
cerámicas rudimentarias, rodetes y colgantes. Y arte parietal o rupestre: que
es el que tiene como soporte paredes y techos de cuevas o grandes bloques de
piedra, estén en cuevas o al aire libre. Actualmente se conocen, entre
Francia y España, unos 230 lugares decorados. Hay otros setenta por el resto
de la Península,
Francia, Italia, Rumania y Rusia.
Arte rupestre franco-cantábrico
Fue descubierto por don Marcelino S. de Sautuola, en 1879, en
Altamira (Santander). La comunidad científica de su época no lo reconoció
porque estaba en auge la teoría evolucionista, en cuyo esquema no encajaba la
idea de un hombre paleolítico capaz de ejecutar aquellas obras de arte. Don
Marcelino fue tachado de falsificador por eminentes arqueólogos como
Cartilhac, Virchow, Lubbock, etc., acusación que le produjo gran pesar,
muriendo antes de ser rehabilitado.
Técnicas de representación:
Los grabados se hacían con buriles. Sobre
los grabados se procedía a pintar las figuras. Si el soporte lo permite, en
vez de grabado se llega a efectuar un alto relieve completo, como en Cap
Blanc. La pintura roja procede de oligisto o hematites, reducido a polvo y
mezclado con agua normalmente. La coloración negra se obtenía del dióxido de
manganeso o del carbón vegetal.
Temas:
El caballo, bisonte, uro, ciervo, mamut y reno representan más del 95% de las
figuraciones. Sólo el caballo y los grandes ciervos alcanzan el 30% cada uno
de ellos. A estas especies principales habría que añadir otras cuya presencia
es escasa e incluso excepcional: cabra, rebeco, osos, carnívoros,
rinocerontes, aves y peces inidentificables. En la Costa Cantábrica
española predominan ampliamente los ciervos y son escasas las especies de
climas más rigurosos, como el reno, el mamut y el rinoceronte lanudo, que son
más frecuentes en L´Ardèche (Francia).
Estilo:
§ Es un estilo realista, que capta la fauna en movimiento como no
se volverá ha hacer hasta el siglo XIX, cuando se inventa la fotografía.
§ Las figuras están delimitadas por una línea negra y con
frecuencia rellenada con policromía de rojos, amarillos y negros.
§ En los bisontes de Altamira encontramos una magnifica simbiosis
de grabado, dibujo, pintura lavado y raspado.
§ En la mayoría de las ocasiones los animales están yuxtapuestos
unos sobre otros sin ninguna relación. Otras veces representan luchas de
machos afrontados, como ciervos, mamuts, rinocerontes o animales en manadas o
pasando un río.
§ Las figuras están realizadas en el interior de las cuevas, en
lugares oscuros e inhabitables, y de difícil acceso.
Interpretación.
Partiendo de la base que el arte como
una función exclusivamente estética es un concepto que sólo aparece en la Edad Contemporánea.
Si tenemos en cuenta que están ubicadas en lugares escondidos y oscuros. Que
unas están yuxtapuestas a otras. Que muchas tienen flechas clavadas. Que
otras tienen huellas de haberles disparado venablos. Que conocemos pueblos
actuales que están en una fase de evolución similar al Paleolítico y sabemos
como piensan sobre sus obras de arte. Podemos afirmar, y afirmamos, que estas
obras tenían un
fin mágico-religioso. Era una especie de magia parasimpática, que
se hacía para propiciar la caza, cuando esta empezaba a escasear. Sus autores
no podían haber sido otros que los brujos o chamanes, que de las dos formas
puede decirse.
Muestran la mentalidad de un hombre
observador, plenamente integrado en la naturaleza.
El Arte Rupestre Levantino
Localización:
Temporal
Posteriores al 8.000 a.C. Fueron
descubiertas a finales del pasado siglo, pero pasaron casi desapercibidas
hasta el descubrimiento por parte del joven pintor, Juan Cabré Aguiló, en
1903, de los ciervos del abrigo de Calapata (Teruel). Hasta septiembre de
1996 los descubrimientos han sido continuos.
Espacial
Fundamentalmente cerca de la zona
costera mediterránea, y en las provincias inmediatamente interiores como
Huesca, Lleida, Albacete y Jaén, sin embargo, la ubicación de los lugares
rupestres no se localiza en la propia costa sino en abrigos rocosos situados
en las serranías prelitorales, en paisajes abruptos entre los 400 y los 1000 m. de altitud sobre
el nivel del
mar. En el sur de la provincia de Valencia y en el norte de la de Alicante es
de donde se localizan los yacimientos más importantes. En la Comunitat Valenciana
hay localizados 350 de los 800 conjuntos conocidos en la zona. Dentro de la
provincia de Alicante hay que destacar el conjunto de La Sarga, en Alcoy, en el que
se pudo determinar, gracias a uno de los paneles en que aparecían motivos
superpuestos, la cronología de los estilos macroesquemático, levantino y
esquemático. Dentro de la comunidad Valenciana cabe destacar Cova Remigia, en Ares del Maestre;
Cova dels Cavalls y Barranco de
Valltorta en Tirig
y la Araña,
en Bicorp.
Estilo
Es un estilo de una gran originalidad
que le hace prácticamente único en Europa. Entre sus principales características
cabe destacar:
§ Se realizan en abrigos a la luz del día
§ Aparecen, además de, ciervos, cabras, toros y jabalíes, figuras de hombres y mujeres
§ Todas las figuras están en movimiento, algunas en auténticos escorzos
§ Dibujan en perspectiva ingenua
§ Es una pintura narrativa, con argumento, que representa escenas
de la vida cotidiana: bailes rituales, cacerías en grupo y en solitario,
duelos entre jefes guerreros, guerras entre tribus y recolección de la miel y
de frutos silvestres.
§ La técnica empleada es casi exclusivamente la pintura, aplicada
con pinceles o plumas. Se conservan perfiles de las figuras que suelen ser monocromas,
utilizándose la gama del rojo, el negro
o en algunos caso como en Albarracín el blanco
Interpretación:
Escena central formada
por nueve mujeres que danzan en torno a un hombre. Es un baile para propiciar
la fecundidad. El hombre aparece en una posición central desnudo, con los
brazos abiertos y sus atributos masculinos bien patentes, con el pene erecto.
Las mujeres llevan el torso descubierto, destacándose unos senos muy largos y
caídos. Todas las figuras femeninas, de singular elegancia, se tocan con un
peinado liso, triangular que les llega hasta los hombros y, con sus faldas acampanadas
por debajo de las rodillas tienen un aspecto tan moderno que no desdecirían
en una discoteca actual. Tanto en esta escena como en otra de Minateda, hace
acto de presencia una mujer que introduce a una persona joven en el ritual.
El brujo realizaba el acto procreador con las mujeres que danzaban en torno a
él, los días de luna llena: la luna se la relaciona con la fertilidad porque
crece y es fuente del rocío y de la humanidad. Esta ceremonia la describe
Estrabón en su Geografía. Dichos aquelarres continuaron celebrándose hasta el
siglo XVII, aunque muchos brujos u brujas acabaron en la hoguera de la Inquisición.
El gran Brujo de la cueva
del Venado de Alpera (Albacete):
En ella una
serie de figuras se suceden sin interrupción formando un gran panel de
numerosísimas figuras humanas con escenas de caza, luchas entre tribus
enemigas, una duelo individual entre dos jefes, dos figuras femeninas con
peinados y faldas a lo Cogull, lo que demuestra la similitud cultural de gran
parte de la P.
Ibérica, dado que estas pinturas están separadas mil
kilómetros en línea recta del abrigo leridano.
En primer
plano aparece el brujo corriendo hacia tres venados, uno de los cuales lleva
clavada dos flechas. En una mano lleva tres flechas y en la otra una varita mágica.
Entre las piernas destaca el pene. En la cabeza un penacho de largas plumas.
Más lejos le acompaña un cazador tensando el arco
Conclusiones
Por estas pinturas
no solo sabemos lo que hacían nuestros antepasados, sino que sabemos como
eran:
§ Tenían el pelo liso, narices largas y mentones cuadrados. Eran
de cintura fina, piernas musculadas y cuerpo muy atlético. Su mentalidad era
realista, con los sentidos plenamente desarrollados y formando una simbiosis
perfecta con la naturaleza que le rodeaba.
§ Se adornaban con plumas la cabeza.
Llevaban, en algunos casos, zahones de cuero en las piernas para protegerse
del sotomonte espinoso y mocasines en los pies. Podrían pasar perfectamente
por los pieles rojas americanos, y no sólo por su indumentaria sino también
por su economía.
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